Estar al cuidado de una persona en la tercera edad puede ser muy agotador, sobre todo si no tiene la capacidad para moverse por sus propios medios o padece una enfermedad neurodegenerativa.
La higiene del adulto mayor puede afectarse por limitaciones en su movilidad (parcial o total), falta de cooperación para bañarse en la regadera como consecuencia de alguna enfermedad como Alzheimer, depresión o por inseguridad ante los riesgos conocidos como mareo, caídas etc.